martes, 30 de septiembre de 2008

ME SIENTO PEOR QUE FATAL


Después de leer la respuesta que el Sr. Miguélez, en nombre de Paradores, remitió a la propuesta que la Asociación le presentó a su empresa no puedo por menos que sentirme peor que fatal.

Y creo que me siento peor no ya por el fondo del escrito, que también, sino por las formas. Es absolutamente bochornoso, lamentable y, desde luego, eso si que es esperpéntico, el trato que nos dispensa el Sr. Miguélez y con ello su empresa, Paradores de España. Es absolutamente intolerable que seamos clientes y además clientes fijos y recibamos este trato, que no merezcamos ni siquiera respeto y educación. Mi opinión es que los gestores de la empresa Paradores de España están dispuestos a tensar la cuerda hasta ver donde se rompe, tensar apoyándose en esa lista de espera fantasma llena de gente y quizás entonces plantearse otra cosa, o quizás ni siquiera han pensado todavía en el después. Y digo lista de espera fantasma porque nadie la vio, claro, dicen que por razones de privacidad, protección de datos, no puede hacerse pública, pero a lo que se ve ni para el propio interesado que cuando quiere saber que posición ocupa en el “ranking de esperantes” se encuentra con que ni siquiera eso le dicen, debe ser el respeto a la privacidad llevado a sus máximas consecuencias, ni el propio interesado puede conocer su situación.

Y me siento fatal porque aunque yo solo soy abonada desde hace dos años y medio, yo también quiero a este campo y me entristece pensar en manos de que clase de personas está su gestión, me entristece pensar cual es su futuro como campo con unos gestores así, siendo que, efectivamente, por materia prima, por enclave y por diseño es uno de los mejores campos de Europa, pero por gestión, por servicios, por competiciones, desde luego que no. Y este campo merece otra cosa.

Creo que no hace falta añadir nada más a lo ya dicho por Jaime, por Fernando, o por Alberto, comparto palabra por palabra todo lo que manifiestan. Así que solo reitero una cosa, dejemos que siga su cauce la vía judicial. Con comportamientos injustos, prepotentes y manifiestamente maleducados, no queda otra opción que utilizar los cauces del Estado de derecho. Nosotros si que somos educados y cívicos, en contra de lo que se ha transmitido a Madrid sobre nuestras presuntas actitudes más propias de la “kale borroka” que de otra cosa. Y por ello, así debemos seguir: unidos, correctos, respetuosos y educados, como se ha estado siempre, como cuando se acudió a Madrid o en los escritos remitidos a Paradores.

Isabel Castillo del Carpio.

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