CARTA AL PRESIDENTE DE PARADORES

D. Antoni Costa i Costa

Consejero delegado y Presidente de
Paradores de Turismo de España, S.A.


Valencia, 11 de diciembre de 2007.



Distinguido Sr.


En fecha 3 de diciembre pasado le fue remitida una carta suscrita por más de 400 abonados del Campo de Golf del Saler en la que éstos le manifestaban su sorpresa y disgusto por lo que consideran un incremento abusivo e injustificado de las cuotas de abono que deben satisfacer para poder continuar en la práctica del Golf en dicho campo, tal y como vienen haciendo en algunos casos desde hace más de 30 años.

La consideración de que se trata de una subida injustificada y abusiva no resulta gratuita. De una parte se trata de incrementos de cuota que oscilan entre un 50 % y un 70 % respecto de la que actualmente se satisface, de otra se quiebra unilateralmente lo que ha venido siendo norma desde mucho tiempo atrás, esto es, que los incrementos de la cuota de abono han resultado ser ligeramente superiores al IPC, pero nunca han alcanzado, ni de lejos los porcentajes que se pretenden aplicar para el ejercicio 2008. Por último, dicha elevación de cuotas de abono no se justifica ni por un incremento sustancial de los costes de mantenimiento del campo, ni tampoco por una alteración de las condiciones o derechos de los que vayan a disfrutar los abonados.

La consecuencia de lo anterior es que mediante dicha medida, la sociedad que Vd. preside va a provocar que un número considerable de personas que hoy pueden practicar el deporte del golf en Valencia, se van a ver obligadas a abandonarlo.

Tal circunstancia resulta doblemente injusta. Primero porque son los abonados del Campo de Golf, los que con sus cuotas han venido sosteniendo el mantenimiento del Campo y contribuyendo a los beneficios obtenidos por el Parador del Saler, y en segundo lugar, por ser el del Saler el único campo de golf de carácter público existente en la provincia de Valencia.

La sociedad que Vd. preside, aún siendo una sociedad mercantil, está participada íntegramente por capital público, es por tanto administración, y una actuación como la que se pretende no es propia de una administración pública; a nuestro juicio resulta arbitraria y discriminatoria.

Como vd. conoce, el pasado día 29 de noviembre, se practicó un requerimiento notarial a la Dirección del Parador para hacerle entrega de la carta suscrita por los abonados y notificar las circunstancias antes expuestas. El motivo de utilizar dicho medio de notificación fue la negativa que había mostrado dicha dirección a recibir cualquier comunicación de los abonados sobre el asunto.

Con posterioridad al mencionado requerimiento, el día 4 de diciembre, D. Luis Miguel García Pérez, al parecer director comercial de Paradores, mantuvo una reunión con varios abonados que forman parte del Comité de Competición del Campo de Golf.

En dicha reunión, manifestó básicamente lo siguiente:

1.- El precio de la cuota lo decidió el departamento que dirige el Director Comercial tras realizar un estudio de mercado

2.-Vistos los precios de los campos vecinos, la cuota establecida es la que marca el mercado.
3.- En su cálculo, a la cuota anual vigente en otros campos privados le han sumado, prorrateado, el precio de las acciones o la cantidad a fondo perdido que se exige en algunos como derecho de ingreso.
4.- Una vez actualizada la cuota al precio de mercado, en años venideros lo previsible es que se respete una subida de acuerdo al IPC (sin compromiso adquirido).
5.- Ha habido un enorme gasto en taquillas para los jugadores, en vestuarios, en el cuarto de palos. Y hay y habrá un gasto grande en maquinaria para el campo, en agua para regar, en el nuevo campo de prácticas…
6.- Le sorprende que las intervenciones de los distintos miembros del comité se centren en la cuantía de la cuota.
8.- En la Dirección del Parador no se tenía noticia de que los jugadores se sienten molestos y descontentos por diversos asuntos que no funcionan bien en el campo.
9.- Paradores es una empresa seria y eficiente en la que debemos confiar.
Finalmente, como conclusión, el Director Comercial adquirió dos compromisos:
1º) estudiar todos los asuntos expuestos por el Comité de Competición en una reunión ordinaria que celebrará con su equipo el próximo día 17 de diciembre.
2º) informar al Comité de Competición de las decisiones que se tomen al respecto con la mayor brevedad, antes de que se tengan que hacer efectivas las cuotas de 2008.



En relación con estas manifestaciones debemos hacer las siguientes precisiones:

No es razonable equiparar el coste de la cuota que satisfacen los abonados del Saler con el importe resultante de distribuir anualmente el coste de los derechos de juego que se liquidan en otros campos, más las cuotas de mantenimiento satisfechas por los compradores o socios de dichos clubes.

Resulta de todo punto incorrecto, discriminatorio e injusto establecer equiparaciones entre supuestos esencialmente distintos:

1.- Los abonados del Saler no son socios de un club privado que pagan unos derechos de juego por garantizarse la posibilidad de practicar el Golf en un determinado periodo mediante el pago anual, únicamente, de los costes de mantenimiento del campo.

2.- Los abonados del Saler no tienen la posibilidad de negociar en el mercado o transmitir a un tercero los derechos de juego adquiridos.

3.- Los campos privados con los que se ha establecido la comparación tienen un número limitado de jugadores, (450 en el Club de Golf el Bosque, que es el que al parecer ha servido de referencia), mientras que en el Saler somos aproximadamente 850 abonados. Es decir, prácticamente el doble de jugadores que en el Bosque.

4.- Los socios o titulares de derechos de juego en campos privados gozan de total preferencia para la práctica del golf frente a cualquier tercero que pretenda acceder al campo. En el Saler venimos sufriendo desde hace tiempo la situación exactamente opuesta, es decir, a pesar de satisfacer la cuota anual por adelantado, somos preteridos en favor de cualquier tercero que venga de fuera a pagar un green fee. Incluso en los procedimientos de reserva de salidas. Esta discriminación no opera solamente frente a clientes del Parador, sino frente a cualquiera que no sea abonado del campo. Situación absurda e injusta donde las haya.

5.- Los abonados del Saler no disfrutamos de los servicios de los que disponen en cualquier campo privado de los que se han utilizado para establecer la equiparación de cuotas. Por poner algunos ejemplos, no tenemos cafetería o restaurante a nuestra disposición durante los horarios normales de juego, ni se nos facilitan gratuitamente taquillas y toallas para la ducha, ni disponemos de agua potable a lo largo del recorrido para calmar la sed, no existen instalaciones en las que nuestras familias puedan esperarnos, etc.

6.- El estado de mantenimiento del campo no es ni remotamente equiparable al de los campos privados. Esta circunstancia adquiere especial gravedad en relación con el estado de los greenes, que en los últimos años ha sido bochornoso. Durante gran parte del año ni siquiera hemos dispuesto de ellos. Y no se nos diga que ha sido necesario repararlos, porque es una situación que se repite cada poco tiempo y que no ocurre en ningún otro campo que conozcamos. Tampoco la alegación sobre problemas en la calidad del agua de riego es de recibo. Todos conocemos otras provincias y localidades en las que la falta de agua ha sido mucho más acusada que aquí y, ello no obstante, los gestores de dichos campos han adoptado las medidas oportunas para mantenerlos en condiciones razonables.

7.- Los socios o titulares de derechos de juego de campos privados conocen perfectamente sus derechos y expectativas para el futuro. Los abonados del Saler nos encontramos en una situación de absoluta indefensión. Véase si no el documento que se nos exigía firmar al satisfacer la cuota del año 2007, en el que no se nos reconocía derecho alguno y era un compendio de obligaciones y advertencias, cuando no amenazas, en un tono que ningún socio de un campo privado admitiría. ! Y eso ocurría en el momento en el que íbamos a pagar la cuota de abono ¡¡¡


8.- Con el importe de las cuotas de abono hasta ahora satisfechas, el Parador no sólo ha cubierto los costes anuales de mantenimiento del campo, sino que ha obtenido beneficios en su explotación a fecha 1 de enero. El pago de las cuotas de mantenimiento en los campos privados es el de coste del mantenimiento y se periodifica a lo largo del año.

9.- Por último, y esto resulta trascendental, los campos privados con los que se ha establecido la comparación pertenecen a entidades privadas, cuyo ánimo es puramente mercantil o de lucro, que han venido obligadas a realizar una importante inversión en la adquisición del suelo que alberga el campo y sus instalaciones. No es el caso de Paradores.

El campo de golf del Saler se asienta sobre suelo que fue cedido en su día por el Ayuntamiento de Valencia a la Administración del Estado. Dicha cesión entre administraciones fue de carácter gratuito y estaba sometida a la condición de que redundara en beneficio de los habitantes del término municipal de Valencia.

Paradores de Turismo de España dispone del suelo cedido gratuitamente por una administración. Las condiciones de la cesión le vinculan y, aún admitiendo su actividad mercantil, dicha naturaleza no le releva de las obligaciones en las que se subrogó y las que le impone la Ley.

La visión puramente mercantilista que se pretende imponer infringe los principios y condiciones que se establecieron en la cesión interadministrativa del suelo y los que deben perseguirse a través de una sociedad de capital íntegramente público. No se justifica en causas objetivas y perjudica gravemente a los ciudadanos de Valencia.

Tampoco es aceptable el argumento relativo al coste de las nuevas instalaciones con que cuenta el Parador. Se trata de instalaciones de las que los abonados habitualmente no hacemos uso, y si lo hacemos, lo pagamos al mismo precio que cualquier otro cliente. En cuanto al nuevo cuarto de palos o los vestuarios construidos, se tratan de inversiones realizadas por al sociedad que pasarán a formar parte de su activo y que se amortizaran en un largo periodo de tiempo, por lo tanto tampoco justifican una subida extraordinaria de las cuotas.

Esperamos que esta relación no exhaustiva de los motivos por los que la decisión de incrementar el importe de las cuotas para el ejercicio de 2008 sea suficiente para que puedan apercibirse de lo erróneas que son las bases y fundamentos sobre los que se ha adoptado dicha decisión y que en consecuencia les haga reflexionar y rectificarla de forma sustancial.

A los abonados del Saler no nos sirve una “pequeña rebaja” o recorte en las cuotas comunicadas para 2008. Entendemos que los motivos expuestos justifican que se haga un nuevo planteamiento razonable y justo para el incremento de cuotas del ejercicio 2008, que se fundamente en el coste efectivo del servicio que se nos presta y no en erróneas equiparaciones que nada tienen que ver con la realidad y sí con un injustificado y desmedido afán de lucro, impropio de una empresa pública, seria y eficiente en la que se nos pide que confiemos.


Precisamos, además que se nos trate como lo que somos, buenos clientes de la Compañía, que venimos pagando durante muchos años una cantidad importante por adelantado y que tenemos derecho a que se nos trate con consideración, a que se cuente con nosotros en los asuntos relacionados con la instalación cuyos costes sufragamos y a conocer las bases sobre las que se renueva anualmente la relación contractual que nos une.


Creemos sinceramente que una relación basada en la lealtad y consideración mutuas sí se ajusta a los principios que inspiran el código ético aprobado por esta sociedad y que deben ayudar a reconducir la actual situación de disgusto y enfrentamiento que ha generado una decisión unilateral que consideramos profundamente desafortunada y que, entendemos, obedece a un error evidente en el planteamiento que sirvió para adoptarla y no la mala fe de quiénes la han propuesto.

Esperamos que las precisiones contenidas en este escrito sirvan para rectificar dicha decisión.


A la espera de sus noticias, le saludamos atentamente.







Ana Montaner Roselló Jaime Frígols Martín